Ejecución de proyectos de gas y petróleo: estrategias para paradas, interrupciones y proyectos de capital

La planificación de proyectos en el sector del petróleo y el gas no es simplemente un ejercicio de procedimiento; es un imperativo estratégico. Es necesaria una planificación eficaz para mitigar los riesgos, optimizar el servicio y mantener los presupuestos bajo control, y, en última instancia, impulsar la excelencia operativa.

La industria del petróleo y gas se enfrenta a diversos tipos de proyectos que se apartan de las operaciones rutinarias, cada uno de los cuales presenta desafíos logísticos y operativos únicos. Aunque cada tipo de evento es distinto, todos requieren una planificación y ejecución meticulosas. Comprender sus características específicas es crucial para una gestión eficaz que minimice las interrupciones.

Proyectos de capital: inversiones estratégicas para el crecimiento a largo plazo

Los proyectos de capital representan inversiones significativas en nueva infraestructura o mejoras de instalaciones, con el propósito de mejorar las capacidades operativas a largo plazo. Estos proyectos suelen ser iniciativas estratégicas diseñadas para aumentar la capacidad de producción, mejorar la eficiencia, incrementar la seguridad o ampliar el alcance del mercado. Debido a que estos requieren fases extensas —y a menudo complejas—, a menudo se involucran los servicios de logística de proyectos.

Paradas programadas: precisión planificada para la fiabilidad operativa

Las paradas, también conocidas como paradas de planta o cierres, son paradas temporales meticulosamente planificadas de una unidad o instalación de procesamiento. Estos eventos son esenciales para realizar el mantenimiento crítico, las inspecciones, las reparaciones y las revisiones de equipos que no se pueden llevar a cabo de manera segura o eficiente durante las operaciones normales.

Interrupciones no planificadas: respuesta rápida ante interrupciones inesperadas

Las interrupciones no planificadas, también denominadas paradas no programadas o paradas de emergencia, son interrupciones inesperadas de las operaciones causadas por eventos imprevistos. Estos eventos pueden ir desde fallos en los equipos y alteraciones de los procesos hasta desastres naturales e interrupciones externas. La gestión de las interrupciones no planificadas requiere una evaluación rápida de la situación, una comunicación y coordinación efectivas, una movilización exprés de recursos y un restablecimiento seguro y oportuno de las operaciones.

Frecuentemente surgen oportunidades de superposición e integración en diferentes tipos de proyectos. Programar actualizaciones menores de proyectos de capital durante una parada planificada puede minimizar el tiempo de inactividad futuro y aprovechar los recursos existentes. 

Del mismo modo, si una interrupción no planificada requiere un reemplazo significativo de equipos, podría ser ventajoso acelerar partes de un proyecto de capital planificado, agilizando el proceso general de actualización. Al reconocer y aprovechar estas áreas de superposición, las empresas de petróleo y gas pueden optimizar la utilización de recursos y mejorar la eficiencia operativa general, al tiempo que minimizan las interrupciones.

La primavera y el otoño a menudo ofrecen periodos óptimos para la planificación y ejecución de proyectos, determinados por las condiciones meteorológicas y las exigencias operativas.

Primavera: ideal para la construcción y el desarrollo de infraestructuras

Marcada por el deshielo del suelo y la mejora del clima, la primavera es ideal para proyectos de capital enfocados en la construcción y la infraestructura. Este periodo permite realizar trabajos preliminares, colocar los cimientos e instalaciones estructurales antes del intenso calor del verano.

Además, la primavera suele ser un periodo de menor demanda de productos, lo que crea una ventana estratégica para las actividades de mantenimiento y las paradas planificadas. Los productores que desean minimizar el tiempo de inactividad durante las temporadas de mayor demanda eligen la primavera para realizar las reparaciones y mejoras necesarias.

Otoño: preparación para el invierno y mantenimiento programado

A medida que el clima se estabiliza en otoño, se convierte en la temporada preferida para los preparativos previos al invierno y las actividades de mantenimiento programadas. Esto incluye garantizar que el equipo esté preparado para el invierno, que las tuberías sean inspeccionadas y que los sistemas críticos funcionen de manera óptima antes del inicio de las duras condiciones invernales.

Además, al igual que en primavera, en otoño a menudo se experimenta una disminución en la demanda de productos, lo que permite realizar paradas e interrupciones planificadas sin afectar significativamente la producción.

No importa cómo sea de grande o pequeño, mantener estos proyectos no rutinarios en marcha implica mucho más que simplemente abordar cada parte por separado. Se trata de cómo se ensamblan todas las partes. Necesita un plan sólido y una forma de poder manejar cualquier imprevisto. Cuando se consigue la combinación correcta, los proyectos se completan a tiempo, dentro del presupuesto y con un mínimo de inconvenientes.

1. Priorice la seguridad para garantizar operaciones sin incidentes.

Los proyectos de petróleo y gas a menudo implican actividades de alto riesgo, equipos pesados y una gran fuerza laboral, que a veces operan junto a las operaciones diarias en curso. Sin una estrategia de seguridad integral, esta combinación puede aumentar el riesgo de incidentes.

Asegúrese de que todo el personal, incluidos los contratistas, reciba una formación integral en seguridad que abarque los peligros y procedimientos específicos del proyecto. Implante sistemas estrictos de permisos de trabajo y realice auditorías de seguridad periódicas para verificar el cumplimiento e identificar áreas de mejora.

Si los proyectos se realizan en el mismo espacio que las operaciones diarias, asegúrese de desarrollar prácticas estrictas de control del tráfico, marcar claramente las zonas de trabajo y comunicarse regularmente entre los equipos de proyectos y operaciones.

Al inculcar una sólida cultura de seguridad, usted puede minimizar el riesgo de incidentes y garantizar el bienestar de todos los involucrados.

2. Establezca objetivos efectivos durante la fase de planificación.

Independientemente del tipo de proyecto, el punto de partida debe ser un plan sólido. No se trata solo de fijar plazos; se trata de entender realmente lo que debe suceder, paso a paso.

  1. Involucre a todos desde el principio: incluya a los departamentos de operaciones, mantenimiento, logística, seguridad, incluso ventas y finanzas, etc.
  2. Defina su objetivo final: haga una lista de todos los pasos necesarios para lograr ese objetivo.
  3. Elabore un calendario realista: utilice los pasos definidos anteriormente para establecer sus fechas, considere los posibles obstáculos y deje margen para el error.
  4. Determine el presupuesto y cómo asignar los recursos: considere el número de empleados, el equipo especializado y otros factores.

3. Realice una evaluación de riesgos y prepárese para posibles interrupciones

Ignorar los riesgos no es una opción; usted debe identificarlos y mitigarlos de forma proactiva con una evaluación de riesgos exhaustiva. Asegúrese de mirar más allá de los peligros evidentes y de obtener la opinión de todas las partes interesadas para garantizar que está capturando todo lo que podría salir mal, desde fallos de equipos e interrupciones en la cadena de abastecimiento hasta cambios regulatorios e incidentes de seguridad.

Para cada riesgo potencial, identifique las acciones específicas que pueda tomar para evitar que ocurra o para minimizar su impacto si ocurre. Esto podría implicar la implementación de sistemas redundantes, asegurar proveedores alternativos o desarrollar protocolos de seguridad detallados. Una gestión de riesgos eficaz no consiste solo en evitar problemas; se trata de aumentar la resiliencia para minimizar el tiempo de inactividad y mantener su proyecto en marcha.

4. Integre la tecnología para controlar los costes.

Dado que cada minuto de inactividad es dinero perdido, es imprescindible mantener bajos los costes durante los grandes proyectos. Y la tecnología es su mayor aliada para hacerlo realidad. Ahí es donde entran en juego la IA y el análisis predictivo. En lugar de esperar a que algo se rompa, estas herramientas pueden analizar datos y detectar problemas potenciales antes de que causen un cierre. Utilizar este nivel de visibilidad para nutrir a los planes de su proyecto puede significar que está solucionando problemas según un cronograma, no reaccionando a emergencias, lo que permite una mejor planificación y despliegue de recursos, minimizando aún más el tiempo de inactividad y los sobrecostes.

Incorporar estratégicamente el internet de las cosas colocando sensores en equipos clave es otra manera de obtener datos en tiempo real sobre el funcionamiento de los equipos. Con los sensores adecuados, usted puede ver si algo se sobrecalienta, vibra demasiado o muestra signos de desgaste, todo antes de que se convierta en un problema grave. 

No se trata solo de prevenir averías; se trata de optimizar el rendimiento y prolongar la vida útil de su equipo, reduciendo los costes a largo plazo. La visibilidad que ofrecen los dispositivos IoT también puede extenderse al seguimiento de materiales y equipos críticos dentro de la cadena de abastecimiento, permitiendo una mejor gestión de los recursos y una respuesta más rápida a posibles interrupciones.

Cuando utiliza la tecnología para ser proactivo e informado, no solo está ahorrando dinero; está tomando decisiones más inteligentes que mantienen sus instalaciones en marcha y los costes bajo control.

5. Cultive las relaciones para agilizar la gestión de proveedores y contratistas

Al determinar qué proveedores y contratistas utilizar para un proyecto, asegúrese de encontrar el equilibrio adecuado entre coste, calidad y flexibilidad. Quiere contratos que protejan sus intereses pero que también fomenten una relación de colaboración.

Gestionar todo esto internamente puede ser una tarea monumental. Por eso, incorporar a un proveedor líder de logística puede ser un cambio decisivo. Tienen la experiencia, la red y los recursos para gestionar todo, desde el abastecimiento y la adquisición hasta el transporte y la coordinación en el sitio. 

Busque empresas con un historial probado en el sector del petróleo y gas, especialmente con el tipo de proyecto que usted está llevando a cabo. ¿Tienen los recursos y el compromiso con la seguridad que usted necesita? No se fíe solo de sus palabras; compruebe las referencias, revise los proyectos anteriores y asegúrese de que entienden las exigencias únicas de su operación. 

La gestión eficaz de los plazos de entrega, las interrupciones no planificadas y los proyectos de capital no son simplemente un desafío logístico; es un imperativo estratégico que puede tener un impacto significativo en la reputación de su marca y en el presupuesto general.

Al aplicar las estrategias anteriores, usted puede transformar estos eventos no rutinarios en oportunidades para la excelencia operativa. La capacidad de integrar a la perfección estos elementos críticos puede ayudar a minimizar las interrupciones y controlar los costes, al mismo tiempo que cultiva una cultura de resiliencia y mejora continua.

 

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